
En un reportaje publicado por El Tiempo de Venezuela se relatan los orígenes de los siempre favorecedores y la mayoría de las veces dolorosos tacones:
Los zapatos de tacón fueron usados por primera vez por Catalina de Médicis para su boda con el Duque de Orleáns. Los egipcios llevaban los tacones para caminar sobre sus víctimas y los mongoles los portaban para sujetar mejor los estribos a caballo. Aunque la que usó por vez primera unos tacones con exclusivo fin estético fue Catalina de Médicis, reina de Francia por su matrimonio con Enrique II, quien también impuso en la coqueta corte francesa el uso del corsé.
El siglo siguiente a Catalina de Médicis empezaron a usarse de elevadísima altura, hasta de 13 centímetros, lo que hizo necesario que las portadoras se ayudaran de bastones para no perder el equilibrio. La incomodidad del calzado hizo imposible el uso de éste por las clases bajas y trabajadoras.
En la corte del rey Sol, Luis XIV, los hombres adornaban sus tacones con pequeñas miniaturas de la campiña francesa o con imágenes románticas y etéreas.